KYOCERA Document Solutions
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De nada sirve tener una buena impresora o MFP en tu negocio si no la estás cuidando del desgaste, el mal uso o incluso las negligencias del equipo. Antes de adquirir ninguna tecnología siempre es importante trazar una política correcta de mantenimiento.
Al final no dejamos de hablar de equipos que van perdiendo efectividad con el tiempo y que sufren diversas condiciones peligrosas ajenas al fabricante; calidad del papel, origen del tóner, estado de la instalación eléctrica. Lo mejor para cuidarte en salud es siempre anticiparte.
Pero, ¿cuál es la mejor forma de mantener una impresora? Más allá del sentido común existen ciertos consejos generales que son aplicables a cualquier equipo; ya sea A3 o A4, blanco y negro o a color. Y esto es lo que dicen nuestros expertos al respecto.
Si apagas el aire acondicionado, las luces y los equipos de trabajo al acabar la jornada, ¿por qué no hacer lo mismo con las impresoras? Estos equipos pueden suponer un costo fijo mensual inesperado a nivel eléctrico si se dejan encendidos.
Pero lo importante viene del lado del mantenimiento y la seguridad. Un aparato así enchufado a la red durante la noche puede terminar ardiendo en caso de subida de tensión o fallo eléctrico. Además, sus componentes térmicos pueden ir desgastándose por la corriente continua.
La impresora, como cualquier otro aparato electrónico de la oficina, va acumulando polvo y suciedad con el tiempo. Esto, que parece poco importante, puede terminar ocasionando una avería grave al obstruir ciertos componentes internos.
En la propia documentación del equipo encontrarás las recomendaciones a nivel de limpieza; tanto de plazos como de productos a emplear. Pero ya te adelantamos que debes evitar el uso de cualquier químico para prevenir posibles abrasiones; apuesta solo por productos específicos para tecnología.
Retira la tapa superior y pasa un paño seco o un poco húmedo con mucha suavidad. Para las zonas internas aconsejamos el uso de aire comprimido, que retirará el polvo sin necesidad de desmontar nada. ¿Cada cuánto tiempo? Al menos una vez a la semana. Y haz una lista para no dejarte nada fuera:
El espacio elegido para ubicar la impresora siempre tiene que estar a salvo tanto de la humedad como de la luz directa del sol. Lo primero genera oxidación y corrosión tanto en el exterior como en el interior del dispositivo. Si es un problema general de la oficina, quizás deberías pensar en reforzar puertas y ventanas.
En cuanto a la luz, hablamos de fuentes de calor permanentes. Y ahí la temperatura también puede acelerar la muerte del equipo si no se ataja a tiempo. Piensa que el metal se dilata con el calor y que el plástico se deforma. En una situación extrema los ventiladores pueden no ser ni suficientes para refrigerar.
El papel que funciona con tu impresora a color puede que no lo haga con otra en blanco y negro; o que el dispositivo de una gama requiera de unos consumibles y el de la siguiente necesite unos diferentes. La elección va a condicionar la durabilidad del equipo, así que tómate el tiempo necesario.
Nosotros aconsejamos un papel de alta calidad y buen grosor para conseguir los mejores resultados. Por supuesto, debes evitar el papel estropeado, doblado o incluso arrugado. Si el equipo lo toma así puede terminar bloqueado; lo que sería difícil de arreglar sin ayuda del servicio técnico.
En cada ficha de producto de nuestra web puedes consultar las especificaciones relativas al papel. Sigue bien las indicaciones para ahorrarte problemas y conseguir la durabilidad prometida por la tecnología de Kyocera.
Tan importante es asegurar el mantenimiento físico de la impresora, como dedicar tiempo a cuidar del software que la hace funcionar. Con los años los programas van perdiendo efectividad o se quedan anticuados frente a nuevas versiones lanzadas por el fabricante.
Puede que tu equipo siga funcionando, pero no sabrás si lo está haciendo al mismo nivel que cuando lo adquiriste. Y para asegurarte de que así sea, en Kyocera disponemos de un amplio buscador de firmware por modelo en nuestra propia web. Lo localizas, descargas e instalas siguiendo los pasos indicados.
¿Te comprarías una empanada que no sabes cómo se ha hecho? Puede que te haya atraído su precio, pero desconoces la calidad de los productos y, lo más importante, cómo lo va a digerir tu estómago. Pues lo mismo sucede con el tóner de la impresora.
Los de origen no oficial quizás entreguen resultados aparentemente buenos a corto plazo, pero desconoces quién los ha fabricado y sobre todo si lo ha hecho siguiendo unos mínimos de seguridad y calidad. A largo plazo esto te puede salir muy caro frente a la salud del equipo.
Por eso, siempre debes apostar por el tóner original de Kyocera; un consumible perfectamente compatible con los equipos y controlado en todas sus fases de fabricación para cumplir con los niveles de calidad que prometemos a nivel corporativo.
Una vez elegido el tóner, por cierto, recuerda vigilar en todo momento los niveles de tinta de la impresora para evitar daños en los tambores y los cabezales.
Quién mejor para reparar una impresora que la propia empresa que lo ha fabricado. Lo más importante en el mantenimiento de un equipo es que no trates de actuar por tu cuenta si la cosa se complica porque podrías empeorar el problema.
En Kyocera disponemos de un equipo técnico perfectamente formado y dispuesto a atenderte las 24 horas, los 7 días de la semana. Sea lo que sea, resolvemos tus problemas con nuestra tecnología en tiempo récord. ¡No dudes en contactar!
