La impresión es una herramienta fundamental en las industrias creativas, como las de diseño y la publicidad. Sin embargo, la creatividad no siempre es el principal motor de todas las empresas.
Hay quienes priorizan realizar trabajos más rápidos y sencillos. De ahí que no todas las impresoras sean iguales y sea tan importante diferenciar entre la impresión de pequeño y de gran formato, según cuáles sean tus necesidades.
Mientras que la impresión de pequeño formato suele abarcar tamaños de hasta 29,7 x 42 cm (A3), la de gran formato incluye impresiones mucho más grandes, como carteles y pancartas. A continuación, veremos cuáles son las diferencias clave entre cada tipo de impresión.
La diferencia más evidente entre ambos formatos es el tamaño máximo de impresión. Las impresoras de pequeño formato están diseñadas para imprimir materiales de uso cotidiano, como documentos de texto, folletos o tarjetas de presentación. La gran ventaja de este tipo de formato es que te permite realizar impresiones en espacios muy reducidos pero de alta calidad.
Por otro lado, la impresión de gran formato se utiliza para aplicaciones que requieren de un diseño visual mucho más elaborado: vallas publicitarias, pancartas, murales, etc. A diferencia del pequeño formato, aquí se utilizan materiales y tecnologías especiales que permiten cubrir grandes superficies sin perder resolución.
La tecnología de impresión también es otro aspecto fundamental que debes tener en cuenta. Como te decíamos antes, la impresión de gran formato requiere de impresoras industriales, que utilizan materiales y tecnologías especiales. Además, estos equipos tienen un gran tamaño, por lo que deberás contar con un espacio bastante amplio en tu empresa.
Además, las impresoras de gran formato utilizan tecnologías avanzadas de inyección de tinta y tintas especiales que permiten una mayor durabilidad y resistencia en los resultados.
Por su parte, la impresión de pequeño formato utiliza impresoras digitales o de inyección de tinta pero mucho más fáciles de adquirir y de usar. Generalmente, estas máquinas son muy rápidas y eficientes para producir materiales de tamaño reducido. También suelen ser menos costosos y no necesitan tanto espacio para su instalación.
La calidad y la resolución son cruciales, aunque su importancia puede cambiar según el formato que utilicemos y el tipo de material que necesitemos imprimir. La impresión de pequeño formato destaca por su capacidad de imprimir imágenes de alta resolución.
Por eso, la nitidez y el detalle son algunas de las principales ventajas que ofrecen las impresoras más pequeñas. Aquí, cada píxel (por lo general, entre 300 y 600 ppp o puntos por pulgada) y cada detalle son muy importantes.
Sin embargo, en la impresión de gran formato no es necesario utilizar resoluciones tan altas para conseguir grandes resultados. Dado que estos materiales suelen apreciarse a una mayor distancia, las resoluciones muy altas no son imprescindibles. En este caso, la resolución suele oscilar entre 150 y 300 ppp, la mitad que en las impresiones de pequeño formato.
Por otro lado, los materiales y soportes que se utilizan en cada tipo de impresión también son diferentes, pues ambos formatos no tienen las mismas aplicaciones. En la impresión de pequeño formato, los materiales más comunes suelen ser papel y cartulina, bastante sencillos de manejar y muy económicos. Además, estos materiales son muy versátiles, por lo que podrás agregarles valor en cuanto a calidad visual.
En cuanto a la impresión de gran formato, se pueden usar una mayor variedad de soportes: tela, lona, vinilo e incluso PVC, entre otros. Su durabilidad y resistencia hacen que sean ideales, por ejemplo, para campañas de publicidad exteriores. La versatilidad es otra de sus grandes ventajas.
El tiempo y los costos de producción son factores muy importantes que debes tener en cuenta a la hora de elegir una impresora. La impresión de pequeño formato suele ser más asequible, ya que tanto el equipo como los materiales suelen ser más baratos.
Por su parte, la impresión de gran formato suele ser más costosa debido a las grandes dimensiones tanto de la impresora como de los materiales y soportes de impresión. Además, cuando se trata de impresiones más elaboradas, estas pueden requerir de procesos de secado y acabado, en ocasiones bastante complejos y que necesitan de la experiencia de expertos en el sector de la impresión de alto volumen.
En definitiva, la elección dependerá de cuáles sean tus necesidades. La impresión de pequeño formato es perfecta para trabajos más sencillos del día a día y campañas de marketing que puedan realizarse en superficies pequeñas. En cambio, la impresión de gran formato se utiliza sobre todo en campañas publicitarias exteriores y proyectos visuales de gran impacto.
Entender estas diferencias permite a las empresas y creativos aprovechar al máximo cada tipo de impresión, lo que garantizará el mejor resultado. Sea cual sea tu elección, en Kyocera ponemos a tu disposición las impresoras y los equipos multifuncionales que necesitas para realizar trabajos de todo tipo, ya sean de pequeño o de gran formato. ¡Visita nuestro catálogo e infórmate!